Un fotoreportaje de la agencia Cuartoscuro muestra cómo habitantes de Pachuca, Hidalgo, veneran al “Ángel Negro”, “Patrón” o “Diablito” en el santuario del Palacio Negro de Luz Bella de la Oscuridad, que significa Luzbell, o Satanás.
Ciudad de México, 21 de agosto (Cuartoscuro).– En Pachuca, Hidalgo, algunos habitantes veneran al «Ángel Negro», «Patrón» o «Diablito» en el santuario del Palacio Negro de Luz Bella de la Oscuridad, que significa Luzbell, o Satanás.
El «Ángel Negro» es una escultura con rostro de diablo y cuernos, cada primer viernes del mes se le festeja con diferentes rituales como “el rayado” que sirve como manda y protección; los creyentes ofrecen comida, cabezas de cerdo, tequila, cerveza, dulces, medallas de oro, dólares, dinero, corazones y fetos de res, como documentó la fotoperiodista Graciela López.
Óscar Pelcastre, alias “El perro”, de 57 años, es obispo negro de la Santa Muerte. Construyó el santuario hace veinte años y encabeza los rituales en el espacio.
«Se llama Palacio porque es de tres pisos y representa lo que marca la Biblia, que son los tres ángeles caídos, el número 333 significa Padre, Hijo Espíritu Santo y la Muerte», explicó Óscar a Cuartoscuro.
El santuario se encuentra dentro del Mercado Sonorita, que significa Tierra Caliente donde la Santa Muerte puso su mano y su mando, donde se venden imágenes, veladoras y amuletos. Se mantiene de las donaciones que los fieles creyentes aportan; dentro del Palacio se encuentran esculturas de la Santa Muerte, así como representaciones de dios y el diablo, que también son agradecimiento a los milagros que les ocurren.
Los creyentes que veneran al «»Ángel Negro acuden a él porque les han fallado a otros santos y porque cumple lo que le piden, sean peticiones buenas o malas.